Desde tiempos inmemoriales tenemos la clásica imagen de la novia con un largo vestido blanco. Pero las cosas han cambiado y ya en pleno siglo XXI son varias las mujeres que han apostado por la diferencia y originalidad para el gran día. Es por eso que muchas han preferido los vestidos cortos por su comodidad, entretención y seducción para dar el sí.
Sin embargo, es importante considerar ciertos aspectos si estás pensando en utilizar este tipo de vestido para tu matrimonio.
– El clima: es importante que tu ceremonia o fiesta tenga un ambiente agradable para ocupar un vestido corto y no morir de frío en el intento. Por tanto, preocúpate de este factor al momento de escoger tu vestido.
– El tipo de ceremonia: ocupar esta tenida en una ceremonia civil es muy apropiado. Muchas novias lo hacen y se ven divinas. También son varias las que lo utilizan para la celebración del matrimonio en la fiesta. Pero ten cuidado si estás pensando en vestirte con este look en una ceremonia religiosa, pues si la persona que oficia o los asistentes son muy conservadores puede verse poco apropiado.
– La comodidad: si bien en un matrimonio uno quiere verse divina, lo más importante es que la novia también se sienta cómoda. Hay mucho movimiento ese día entre la ceremonia, la fiesta, los saludos, etcétera. Por tanto, es esencial que te sientas muy cómoda si vas a ocupar un vestido corto.
– Los zapatos: con los vestidos largos, los zapatos suelen pasar a segundo plano, porque realmente muy pocos o prácticamente nadie los puede ver. En cambio, con un look corto serán el centro de la atención. Por tanto, recuerda este importante detalle.
– Actitud ante todo: sin duda, los vestidos de novia corto no los puede vestir cualquiera. Tiene que ser alguien que tenga personalidad y sin temor para mostrar esas piernas al momento de dar el sí.
Sin duda, esta es una opción muy entretenida y excelente para la temporada de verano que se avecina. Y tú ¿te atreves?
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